En la educación actual el educador que no innova se enfrenta un mundo apenas percibible a través de lo que alcanza a ver por el pequeño cerrojo de lo que conoce como tecnología, muchos de los conceptos actuales sobre tecnología y educación le parecen que atentan contra su realidad como educador, pues él era el centro del conocimiento, todo lo que debía prenderse estaba en su cerebro y en su capacidad para comunicarlo a sus estudiantes, pero el conocimiento centralizado ha cambiado sustancialmente desde la aparición de la Internet.
Esta tecnología descentralizo el conocimiento y lo puso al servicio de todo aquel que tenga las nociones mínimas en el manejo de equipos de computo. Pero de lo que si estoy seguro es que esta tecnología difícilmente reemplace al educador, pues detrás de la máquina siempre abra la necesidad de una mente capaz de orientar los contenidos a sus estudiantes - sabemos bien que cada estudiante es distinto por lo tanto cada grupo de estudiantes necesitará un enfoque pedagógico diferente- . Por lo tanto la verdadera preocupación de educador del siglo XXI no está en si será reemplazado por la tecnología sino en saberse adaptar a un mundo tecnológicamente avanzado y en constante evolución.
El educador actual debe aprender a hablar el mismo lenguaje de los estudiantes del siglo XXI, para los cuales las clases pasivas, llenas de apuntes y de explicaciones teóricas en un tablero son aburridas y poco productivas. Vemos entones que el rol del educador ha empezado a cambiar y seguirá cambiando vertiginosamente quierase o no, y huir de esto sería un error, pues sería ir en contra de su propios principios éticos.
Esta nueva sociedad propende por educadores creativos e innovadores capaces de hacer un uso adecuado de las nuevas tecnología que se ofrecen para educar, quizás el acceso a ellas en un país como Colombia aún sean limitadas, pero la innovación y los deseos de hacer cosas nuevas en pro de los estudiantes los llevará a buscar alternativas, alternativas que los estudiantes siempre estarán dispuestos a apoyar, pues finalmente es el mundo donde mejor se sienten. Estos estudiantes son llamados ahora "Nativos Digitales" y hacia ese mundo es donde el educador debe llegar.
Resistirse a este cambio no hará más que hacer más difícil la convivencia en el aula de clase y por lo tanto más destimulante y más tediosa la profesión de educador, por lo tanto hacer pequeños cambios en los paradigmas pedagógicos y aprender cada vez más sobre estas nuevas tecnologías será una constante para un educador que desee una mejor futuro, laboral, mental y profesional.
Esta tecnología descentralizo el conocimiento y lo puso al servicio de todo aquel que tenga las nociones mínimas en el manejo de equipos de computo. Pero de lo que si estoy seguro es que esta tecnología difícilmente reemplace al educador, pues detrás de la máquina siempre abra la necesidad de una mente capaz de orientar los contenidos a sus estudiantes - sabemos bien que cada estudiante es distinto por lo tanto cada grupo de estudiantes necesitará un enfoque pedagógico diferente- . Por lo tanto la verdadera preocupación de educador del siglo XXI no está en si será reemplazado por la tecnología sino en saberse adaptar a un mundo tecnológicamente avanzado y en constante evolución.
El educador actual debe aprender a hablar el mismo lenguaje de los estudiantes del siglo XXI, para los cuales las clases pasivas, llenas de apuntes y de explicaciones teóricas en un tablero son aburridas y poco productivas. Vemos entones que el rol del educador ha empezado a cambiar y seguirá cambiando vertiginosamente quierase o no, y huir de esto sería un error, pues sería ir en contra de su propios principios éticos.
Esta nueva sociedad propende por educadores creativos e innovadores capaces de hacer un uso adecuado de las nuevas tecnología que se ofrecen para educar, quizás el acceso a ellas en un país como Colombia aún sean limitadas, pero la innovación y los deseos de hacer cosas nuevas en pro de los estudiantes los llevará a buscar alternativas, alternativas que los estudiantes siempre estarán dispuestos a apoyar, pues finalmente es el mundo donde mejor se sienten. Estos estudiantes son llamados ahora "Nativos Digitales" y hacia ese mundo es donde el educador debe llegar.
Resistirse a este cambio no hará más que hacer más difícil la convivencia en el aula de clase y por lo tanto más destimulante y más tediosa la profesión de educador, por lo tanto hacer pequeños cambios en los paradigmas pedagógicos y aprender cada vez más sobre estas nuevas tecnologías será una constante para un educador que desee una mejor futuro, laboral, mental y profesional.
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